domingo, 3 de mayo de 2009

DECÁLOGO MARIANO

DECÁLOGO MARIANO


1.- Honrar a María como a la Madre de Dios.
María es la mujer del pueblo en quien Dios obró las mayores maravillas y en quien Dios puso su morada entre nosotros en Jesucristo.

2.- Contemplar a María en toda su grandeza. Es Inmaculada y llena de gracia, Virgen y Madre, Asunta a los cielos y glorificada, primacía y prenda nuestras, modelo de todas las virtudes e intercesora de todas las gracias.

3.- Admirar a María en toda su sencillez. Tan grande y tan pequeña, María es la humilde esclava del Señor, la "anawin", la pobre de Yahvé.

4.- Mirarnos en María como en un espejo. Es la llena de gracia. En el espejo de su vida y sus virtudes se reflejan nuestras vidas y se proyectará su luz de conversión y gracia.

5.- Dios a María no le ahorró sufrimientos. Es también la Virgen de los Dolores y de la Soledad. Esla Virgen de la solidaridad y de los todos los que sufren. Es la Virgen de la Esperanza. Ella es consuelo y esperanza de un pueblo peregrino.

6.- María nos llama a constantemente a hacer que El nos diga. Como en Caná, María quiere ser siempre el indicador de los caminos de Jesús.

7.- María ruega constantemente por nosotros, pecadores. Ella es el auxilio de los cristianos, el refugio de los pecadores. Ella vuelve a nosotros esos sus ojos misericordiosos. Ella nos llama siempre, con su ejemplo e intercesión, a la conversión.

8.- Es la Madre de todos los hombres. Tuya y mía también. De los cercanos y de los lejanos, en especial, de los pobres y de los necesitados.

9.- María nos quiere hijos de la Iglesia. Ella es la Madre de Dios. Y nadie puede tener a Dios por Padre si no tiene a la Iglesia por madre.

10.- Y María es el camino y la plenitud. Ahora en anticipo y después de este destierro en totalidad, nos muestra a Jesús, "fruto bendito de su vientre". Ella nos muestra y nos guía hacia la Patria Eterna, hacia la Familia del Cielo. “Ella es figura y primicia de la Iglesia que un día será glorificada”.