martes, 11 de noviembre de 2008

EL SANTO ROSARIO


El Secreto del Rosario


Meditar en los misterios de la vida, pasión y gloria de Jesucristo es un medio para lograr una íntima unión con Dios. Rezar un Ave María en cantarle a la Virgen la mas bella canción de amor. Recemos el Ave María mientras meditamos en la vida de Jesús y obtendremos como resultado la oración mas perfecta, después de la Santa Misa: El Santo Rosario. Santo Domingo ha dividido la vida de Jesús y María en quince Misterios que representan sus virtudes y sus mas importantes acciones. (Posteriormente, ya en nuestro tiempo, y creemos que por inspiración Divina, El Santo Padre Juan Pablo II incluyó cinco Misterios mas, los denominados Luminosos y que recuerdan momentos determinantes en la vida de Jesús). Ellos deben de gobernar nuestras vidas. Son veinte antorchas refulgentes para guiar nuestros pasos por esta vida terrenal. Cada Misterio nos recuerda la bondad de nuestro queridísimo Maestro hacia nosotros, de una forma especial. Un Misterio es algo sagrado, difícil de entender. Las obras de Nuestro Señor >Jesucristo son todas sagradas y divinas, porque Él es Dios y hombre al mismo tiempo. Las obras de la Santísima Virgen pueden justamente ser llamadas Misterios, porque están llenas de maravillas y de toda clase de perfecciones y verdades sublimes profundísimas, que el Espíritu Santo revela a las almas sencillas y humildes que honran estros Misterios.
Los trabajos de Jesús y María también pueden ser llamados flores maravillosas, pero su perfume y belleza solo pueden ser apreciados por aquellos que los estudian cuidadosamente y que las abren y beben de su perfume mediante una sincera meditación.
Los veinte Misterios del Rosarios se dividen así:

Los Misterios de Gozo (Gozosos) –Se rezan los lunes y los sábados-
Estos primeros cinco Misterios se llaman así por la alegría que le dieron a todo el universo.

1.- El Anuncio del Ángel Gabriel a la Santísima Virgen María.
2.- La Visita de la Santísima Virgen a su prima Santa Isabel.
3.- El Nacimiento del Niño Jesús.
4.- La Presentación del Niño Jesús en el Templo.
5.- El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo.

Los Misterios de Dolor (Dolorosos) –Se rezan los martes y viernes-
Estos Misterios nos muestran a Jesús lleno de tristeza, cubierto con heridas, salpicado de insultos, sufrimientos y tormentos:

1.- La oración de Jesús en el Huerto
2.- La flagelación de Nuestro Señor Jesucristo
3.- La coronación de espinas.
4.- Jesús con la Cruz a cuestas.
5.- Crucifixión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo.

Los Misterios de Gloria (Gloriosos) –Se rezan los miércoles y domingos-
Al rezarlo, meditemos en el triunfo y gloria de Jesús y María.

1.- La resurrección del Hijo de Dios.
2.- La Ascensión al Cielo de Nuestro Señor Jesucristo.
3.- La venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y la Virgen María en Pentecostés.
4.- La Asunción de la Virgen María al Cielo.
5.- La Coronación de la Santísima Virgen María como Reina del Cielo y de la tierra.


Los Misterios de Luz (Luminosos) –Se rezan los jueves-
Estos Misterios nos muestran momentos brillantes de la Vida de Jesús, como Su primer Milagro, Su Bautismo en el Jordán, etc.

1.- El Bautismo de Jesús en el Jordán.
2.- Las Bodas de Caná.
3.- El Anuncio del Reino de Dios.
4.- La Transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo
5.- La Institución de la Santa Eucaristía.

La Santísima Virgen María le enseñó a Santo Domingo este excelente método de rezar. Le ordenó que lo practicara para:

1.- Despertar nuestro fervor.
2.- Revivir en nuestros corazones el amor a Nuestro Señor Jesucristo.
3.- Ayudarnos a encontrar nuestra salvación.
4.- Adorar y glorificar a Jesús.
5.- Modelar nuestras vidas y acciones de acuerdo a las virtudes de Jesús.

Si un pecador que se convierte y hace penitencia le da alegría a los ángeles, ¿qué tan grande debe ser la felicidad y júbilo de toda la corte celestial y qué gloria para Nuestro Señor Jesucristo vernos aquí en la tierra meditando devota y amorosamente su vida?. ¿Hay algo que pueda tocar nuestros corazones mas seguramente y lograr que sinceramente nos arrepintamos?

Meditemos sobre la vida y sufrimientos de nuestro Salvador por medio del Santo Rosario; aprendamos a conocerlo bien y a ser agradecidos por todas sus bendiciones. Todos los cristianos tenemos una sola fe y adoramos al mismo Dios y esperamos la misma felicidad en el Cielo.